20090219

Premio Dardos

Antes, cuando era dulce y tierno, me daban gusto muchas cosas. Aún a veces, aunque con menor frecuencia, me aligeran el día algunas sencillas cosas. Sin embargo he notado que cada vez más son más las cosas que me irritan. Por ejemplo los comerciales: los de pasta de dientes por su abuso de gerundios con el sentido de consecuencia; los de coches por su falta de imaginación; los del IFE y todos los partidos por obvias razones; los infomerciales (que antes hallaba hilarantes) por insultar la inteligencia; los de Megacable por estúpidos y repetitivos, etcétera.

Hoy iba en el camión, camino a la oficina, y noté que dos mujeres jóvenes leían. Como yo iba parado pude leer los títulos impresos en las cornisas: El vendedor más grande del mundo, de Og Mandino, y Juventud en éxtasis, de Carlos whatever. Iba pensando en esas cosas cuando se desocupó un asiento en el lado sin sol del camión. Me senté y, al poco rato, mi compañera de asiento sacó su ejemplar de ¿Por qué los hombres aman a las cabronas? *suspiro*

Noté entonces, con un poco de pánico, que a mi izquierda, a mi derecha y frente a mí (no me atreví a ver hacia atrás) había literatura basura, más de la que es humanamente soportable. Me sentía como la versión de Superman de la serie Smallville, rodeado de personas que usan la kriptonita como llaveros, cual si fuese ojo de tigre o cuarzo (este Superman inútil y súper vulnerable me irrita, no puede dar dos pasos sin que algún pazguato amenace efectivamente su vida y lo salve alguna de las veinte amigas que gravitan alrededor de él y, a pesar de esto, debe ser virgen).

Debilitado y asustado, hurgué en mi maletín y saqué mi Eneida: Eneas regresaba al campamento troyano a salvar lo que quedaba de él, llega a la costa italiana, donde lo esperan los rútulos, liderados por Turno. Eneas, provisto con armas invencibles hechas por Vulcano, empieza a hacer estragos en las líneas rútulas, al más talludo de los guerreros rútulos, Terón, lo atraviesa con todo y su cota de malla, a Meón (así se llama, en serio) le perfora escudo, peto y pecho, y aún el brazo de su hermano, con una jabalina. En eso Palante, hijo del rey Evandro y comandante de los refuerzos arcadios, lucha por reagrupar a sus hombres, azorados porque, a causa del terreno, deben desmontar y luchar a pie, algo insólito para ellos. Se me hace que a Palante lo van a matar.

Mi Eneida creo una especie de burbuja bienhechora y me protegió de la literatura basura que, pérfida, me rodeaba con tres de sus acólitos.

Así, como un rayo de luz entre los nubarrones, como los cuernos de Rohan que escuchara Pippin durante el asedio a Minas Tirith, la ciudad blanca, se presenta un premio para este blog tan abandonado.





Gracias a juvman por mandarme desde Galicia el Premio Dardos, por considerarme en su terna y por ser amigo.

Ahora se supone que ponga esto:

Con el Premio Dardos se reconocen los valores que cada blogger usa al transmitir valores culturales, éticos, literarios, personales, etc., que, en suma, demuestran su creatividad a través del pensamiento vivo que está y permanece intacto entre sus letras, entre sus palabras. Estos premios fueron creados con la intención de promover la cofraternización entre los bloggers, una forma de demostrar cariño y reconocimiento por un trabajo que agregue valor a la Web.

Ora debo pasar los premios, a todos ellos por su amistad en general, y en particular:

A Paco (Pachi Tlacuachi en corto) por su buen ánimo y su solidaridad

A la Hija de Zeus, por su lucidez y sentido común

A Don Polo porque se acerca su cumpleaños y como premio de consolación por perderse a Radiohead

Los premiados deben, si les parece, hacer un post al respecto con todo y la bonita imagen, mencionar a sus premiados y las razones para ello. No olviden avisar a quiénes mandan sus dardos.

2 comentarios:

juvman dijo...

Para servirle a usté, y a todos los presentes.
Un abrazo trasatlántico y ánimo en la lucha perdida de antemano contra la literatura basura (ya es mucho que lean, don Armandís).

La Nena Mounstro dijo...

mire....por lo menos diga que leen, yo se que es horrendo ver a la gente con un libro de Carlos Cuahutemoc Sanchez, que aparte ya fue hace 20 años su Juventud en Extasis, pense que habian quemado todos los sobrantes ejemplares.
Odio ver que llevan un libro-basura como " el secreto" o el nuevo mantra de " los cuatro acuerdos "....chale...yo cuando saco a Stieg Larsson hasta siento que me ven feo